jueves, 29 de noviembre de 2012


PALABRAS                                                                        

Poderosa dama es la palabra,
cuando es de fuerte mirada.
Arma es de tres dagas,
Hieren pechos y costados.

 Las palabras, miles de palabras.
Rielan, en desconocidos labios,
dejando entrever, grutas ocultas.
Maestría efímera de momento exactos.

 La palabra, así es de uso extenso,
apostata de credos, fue tratada con perfidia.
Pues no es más que lo inexistente,
el propio uso de la misma.

 Dulces palabras, cantan su historia,
al sonido crepitante, de la pasión.
La palabra sueña, y describe un corazón,
el poeta no es más que una extensión.

 La palabra es la unión de lo intangible.
Para a si, a partir de algo inexistente,
se entrelaza, y forma un sentimiento,
al recogerlo y darlo forma, nace la poesía.

 La palabra es el hombre, y el hombre es la palabra,
el hombre, que es la extensión de la palabra.
Sueña, con sentimientos, evocando recuerdos,
pinta cuadros de sus sueños, hablando en poemas de ellos.

 La palabra que es extensión del hombre,
fluye describiendo filigranas en el aire.
De distintos calados, dicen lo mismo,
sentimientos, hechos para ser vividos.

 Efigie de un mundo, extenso de todo pintado,
como la palabra, siento parte de un conjunto.
Afinidad, de lo imposiblemente semejante,
brillo en la oscuridad de un aparente caos.

 Suave oleaje, de pasiones pasadas.
Eclipse de la razón, da paso a la misma intuición.
Húmeda calidez, de lo inherente a  mi vida,
siento el ocaso, de tu lejanía.

 ¡Dejen me! Que me sueñen mis palabras.
Pues, soy un sueño que es soñado por palabras,
por palabras seré escrito, y por palabras recitado.
Mientras por palabras en mis líneas estoy plasmado.